Para ello, transformamos nuestra puerta de entrada en una momia y apareció en un rincón del aula una pirámide y un sarcófago traídos del mismo Egipto.
Durante todos estos días aprendimos muchas cosas de la vida cotidiana de los faraones de Egipto. Elaboramos un cuaderno de trabajo y nos hicimos un precioso disfraz de faraón y faraona. Pero lo más espectacular fue que nos transformamos en momias y nos metimos en nuestro sarcófago.
¡Nadie sabía quienes éramos!
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